Rio de Janeiro en 4 días (itinerario completo)

Visitamos Rio de Janeiro en 4 días y fue una de nuestras paradas obligatorias durante el viaje a Brasil en 10 días. Llegamos a Rio desde Manaos entorno a las 7h de la mañana. Las distancias en Brasil son largas, así que después de volar toda la noche con dos escalas, llegamos a Rio. Estábamos reventados, ya que no pudimos dormir nada, así que decidimos dormir un poco por la mañana y así aprovechar bien la tarde. Por cierto, usamos UBER para llegar al nuestro hotel

ALOJAMIENTO: Ibis Rio de Janeiro Botafogo – 4 noches (600€ con desayuno)

Nos alojamos en el barrio de Botafogo, una zona residencial que está bastante bien a nivel de seguridad, no está muy lejos ni del centro ni de Copacabana y los precios no están tan disparados como Ipanema o la misma zona de Copacabana.

Nos levantamos al mediodía y fuimos a comer a un sitio al lado del hotel que estaba bastante bien, incluso repetimos otro día. Se llamaba Galeto Coimbra y pagas por peso de comida. Te vas sirviendo lo que quieres (tipo buffet libre) y luego pesas el plato en una báscula. Pagamos entre 15€ – 20€ entre los dos.

Por la tarde fuimos al Pão de Açúcar, una de las montañas y miradores más icónicos de Rio de Janeiro. Compramos la entrada previamente online y no dirigimos allí alrededor de las 15.30h – 16h.

Lo cierto es que había mucha cola, probablemente porque era sábado y hacen DJ a la hora del atardecer, aunque ese día lo cancelaron por mal tiempo, aunque no nos llovió y tampoco hizo mal tiempo, así que nos extrañó un poco. La verdad es que desde allí se puede ver probablemente el mejor atardecer de Rio, aunque el día no acompañó demasiado porque estaba un poco nublado.

La cola avanza relativamente rápido y llegamos a la primera parte. Desde allí ya se pueden apreciar unas vistas magníficas, aunque estuvimos un rato por la zona y decidimos seguir subiendo. De nuevo un buen rato de cola y finalmente llegamos a lo alto del todo.

Las vistas son aún mejores. Puedes ver perfectamente la playa de Botafogo, la zona de Copacabana y como no el Cristo Redentor, imponente a lo alto de Rio, aunque a veces se escondía por las nubes que rodeaban la montaña.

Allí estuvimos hasta la hora del atardecer y después de hacer otra cola volvimos a bajar hasta a bajo. Una vez a bajo, decidimos buscar un UBER para acercarnos a la zona de Copacabana y así tener una primera impresión. Una vez allí dimos un paseo, comimos una tapioca con carne seca callejera y regresamos al hotel para descansar.

Segundo día en Rio de Janeiro

Nos levantamos temprano para desayunar y seguidamente cogimos un UBER hasta la zona del Centro, concretamente a la Escalera de Salerón. Una escalera muy pintoresca y transitada pero vale la pena acercarse para verla.

Después hicimos esa zona andando, llegando a los Arcos da Lapa y también a la Catedral de San Sebastián, que es de lo más curiosa. Allí estaban dando misa en forma de canciones y fue muy peculiar.

Cerca de la Catedral, encontramos nuestra siguiente parada, el tren eléctrico que recorre el barrio de Santa Teresa (Estaçao Bondes de Santa Teresa). Este tren te hace un recorrido por el barrio y la verdad es que está muy bien y tiene unas vistas espectaculares de Rio y de algunas favelas. La única pega es que hay mucha cola y es bastante lenta, estuvimos alrededor de 1h y 30 minutos.

Al acabar, seguimos nuestro camino hasta llegar a la estación de metro, concretamente en la estación Carioca. Allí tomamos el metro hasta Uruguaiana, donde hay muchos puestos callejeros donde venden “souvenirs” y camisetas a mucho mejor precio que en los sitios más turísticos, así que decidimos aprovecharlo.

Era mediodía, así que cogimos otro UBER hacia nuestra próxima parada, el Estadio de Maracaná. Antes de entrar, decidimos comer allí mismo, que hay un par de puestos. Con el estómago lleno, ahora así, entramos a visitar el Estadio. Tiene una zona histórica, un vestuario de visitantes (no se visita el de los equipos locales) y luego sales al campo y a la grada que es el principal atractivo.

El cielo iba oscureciendo y fuimos hasta playa Ipanema. Allí comimos otro açaí, pero en forma de helado y le añadimos algunos “toppings”. Fuimos a la piedra do Arpoador, para ver el atardecer pero no pudimos verlo porque estaba muy nublado. Cenamos algo rápido y regresamos al hotel.

Tercer día en Rio de Janeiro

Sin duda uno de los días más esperados, tocaba visita al Cristo Redentor, una de las 7 maravillas del mundo. La verdad es que lo vimos en alguna ocasión desde la ciudad y tenía muy buena pinta.

Fuimos a primera hora de la mañana, y lo hicimos en tren. Compramos la entrada online y alrededor de las 7h de la mañana estábamos en la estación, que está situada en Cosme Velho. También se puede subir en furgonetas y es un poco más económico.

A las 7.30h estábamos arriba, y ya había bastante gente. La niebla rodeaba toda la montaña, y también el Cristo, así que estaba tapado pero se intuía la silueta. Por suerte se despejó completamente al cabo de 10 minutos de llegar durante unos 20 minutos.

¡Qué maravilla! La verdad es que es una pasada y es realmente imponente, sobre todo por el lugar en el que está ubicado, custodiando todo Rio de Janeiro. Sin duda una de lo mejor durante nuestro viaje a Rio de Janeiro en 4 días. Hicimos algunas fotos y vídeos y luego hicimos una larga espera para poder hacernos una foto desde un lateral sin que se viera toda la gente.

Por cierto, las vistas también son una pasada, aunque fueron pinceladas lo que vimos. Al estar tan alto, las nubes pasan por debajo e impiden ver las vistas de Rio (suponemos que dependerá del día).

A media mañana se volvió un bullicio de gente, a penas de podía pasar, así que decidimos marcharnos, ya que ya habíamos podido verlo y disfrutarlo. Una vez a bajo de nuevo, cogimos un UBER y nos dirigimos al Mirante de Santa Marta, que se encuentra a unos 15 minutos y es otro mirador de la ciudad de Rio y donde también se puede ver el Cristo.

Fue un acierto, al estar un poco más bajo, las nubes no tapan las vistas y desde allí sí que pudimos apreciarlo bien.

Al mediodía regresamos al hotel, comimos y por la tarde nos fuimos a disfrutar del sol y la playa, concretamente lo hicimos en Ipanema. De nuevo intentamos ver el atardecer y aunque mejoró respecto al día anterior, aún se nubló un poco al final, pero fue muy bonito.

Por la noche no hicimos gran cosa, estábamos cansados, así que cogimos en unas pizzas allí mismo en Botafogo y luego nos fuimos a dormir.

Cuarto día en Rio

Día especial, era 31 de diciembre, así que pasaríamos fin de año en la ciudad y concluir así los 4 días en Rio de Janeiro. Luego os contamos. Decidimos dedicarle más tiempo a la playa, así que a media mañana nos dirigimos hasta Copacabana y allí nos bañamos y tomamos el sol hasta el mediodía.

Cogimos unas bicis para desplazarnos hasta Ipanema. Allí comimos en uno de los chiringuitos y nos dimos un baño también por la tarde hasta la hora del atardecer, ese día sí, fue un atardecer espectacular.

Luego a toda prisa nos dirigimos al hotel para ducharnos y arreglarnos para dirigirnos a la playa de Copacabana donde pasaríamos fin de año.

Nuestra idea era ir en taxi o en UBER, pero nada más lejos de la realidad, todo estaba colapsado y cortado, así que tocó ir andando. Tardamos unos 40 minutos pero estaba todo preparado para ello. Calles cortadas, mucha policía controlando, y un montón de gente dirigiéndose hasta Copacabana andando.

Por cierto, todo el mundo (o casi todo) viste de blanco, así que no íbamos a ser menos. Una vez allí, estuvimos siempre por la zona del escenario principal, cerca del hotel Copacabana Palace. La cena fueron unos pinchos callejeros, que había cientos de paradas a lo largo de la calle. No fue muy sofisticado pero fue suficiente.

La verdad es que había muchísima gente, estaban las calles y la playa a reventar. Las cifras hablan de unos 4 millones de personas! Una auténtica locura! Así que mucho ojo con vuestras pertenencias.

Allí hay música en directo de diferentes artistas, hasta que llegó el momento de la verdad, medianoche, para dar entrada al nuevo año. Hubo una cuenta atrás en el escenario principal y a llegar a 0, se lanzaron los fuegos artificiales desde dentro del mar a lo largo de la playa y la verdad es que fue un momento mágico.

Ya en año nuevo, estuvimos viendo otros artistas, bailando y bebiendo caipiriñas hasta las 3 de la mañana aproximadamente, momento en que decidimos regresar de nuevo, andando, hasta el hotel, ya que al día siguiente nos íbamos por la mañana dirección Sao Paulo y dirección España de nuevo.

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