Qué ver en un interrail por Europa en 12 días (itinerario completo)
Antes de empezar con la ruta del «Interrail por Europa en 12 días» queremos destacar que el viaje no lo realizamos con el pase InterRail, ya que estuvimos barajando diferentes opciones y hacerlo de manera libre nos salía más barato y podíamos hacer más ciudades. El primer destino fue Belgrado, aunque no entraba en nuestros planes, ya que queríamos empezar en Berlín, pero encontramos un vuelo Barcelona – Berlín con escala en Belgrado de casi 1 día. De éste modo decidimos aprovechar para visitar la capital Serbia haciendo una noche allí.
Para ir más seguros, es interesante contratar un buen seguro de viaje. En nuestro caso siempre lo contratamos a través de IATI SEGUROS, ya que ofrece una amplia oferta de coberturas. A través de este enlace tenéis un 5% de descuento. Podéis usar el descuento en el tipo de seguro que más os convenga.
RESUMEN RUTA INTERRAIL POR EUROPA en 12 días:
BELGRADO (1 noche) – interrail por europa en 12 días
ALOJAMIENTO: Apartments and Rooms Left River (29€ total)
Primera parada del Interrail por Europa, nuestra llegada fue por la noche, llegamos al aeropuerto sobre las 12h de la noche. El vuelo des de Barcelona nos costó 37€ por persona, teniendo en cuenta que nuestro destino final era Berlín. Una vez allí teníamos pensado coger un bus hacia el centro pero nos dijeron que ya no operaba cosa que no extrañó. Decidimos coger un «Pink Taxi» que están a la salida del aeropuerto y nos llevó hasta el hotel, que nos dejaron las llaves en recepción y nos fuimos a dormir directamente.
Segundo día
Nos levantamos temprano y salimos a explorar la ciudad. Fuimos a varios puntos de interés y lo hicimos todo andando ya que está todo muy cerca. A unos 15′ de nuestro hotel llegamos a la Plaza de la República, sitio histórico de la ciudad. Después fuimos al barrio de Skadarlija. Un barrio muy vintage, con varios restaurantes y unos rincones maravillosos para la fotografía.
Ya llegando al mediodía estuvimos paseando por la calle peatonal principal, llamada Kneza Mihaila, llena de tiendas y restaurantes, dónde comimos en uno llamado Manufaktura Restaurant Belgrade, que no estaba nada mal. Luego a primera hora de la tarda fuimos hasta el parque Kalamegdan, dónde se encuentra la fortaleza de Belgrado y hay unas vistas muy bonitas del río y parte de la ciudad. Finalmente nuestra última parada fue la catedral de San Miguel, de arquitectura ortodoxa y muy bonita.
Ya a última hora de la tarde regresamos en bus al aeropuerto para coger nuestro vuelo a Berlín, dónde iniciamos realmente nuestro Interrail por Europa.
BERLÍN (3 noches), Primera parada del interrail por europa en 12 días
ALOJAMIENTO: EasyHotel, Hackescher Markt (207€ total)
Primer día en Berlín
Ya era muy tarde así que pusimos rumbo rápido hacia nuestro hotel. Para llegar des del aeropuerto al centro de Berlín lo hicimos en tren, una buena opción por unos 3,80€. Una vez llegados a la estación central de Hauptbanhof cogimos el U-Bahn (metro) hasta llegar a la parada más cercana a nuestro hotel, concretamente la U Rosenthaler Platz. Una vez instalados decidimos salir a explorar el ocio nocturno de Berlín, conocido mundialmente.
Segundo día
Queríamos aprovecharlo al máximo así que nos levantamos medianamente temprano, fuimos a desayunar a una cafetería cercana al hotel y cogimos el U-Bahn dirección el Muro de Berlín, monumento histórico de la ciudad. Estuvimos andando a su lado, viendo los diferentes grafitis que hay a lo largo del muro, convirtiéndole con una galería de arte al aire libre impresionante.
De nuevo cogimos el U-Bahn para acercarnos a la zona del Rotes Rathaus, el ayuntamiento. Des de ahí pudimos ver también por primera vez el Fernsehtrum, la torre de televisión de Berlín, visible desde toda la ciudad. Seguimos andando y nos acercamos a la Catedral de Berlín, situada en el distrito de Mitte. Después de andar un buen rato llegamos al Monumento al Holocausto, un lugar conmovedor que cómo indica hace memorial a los judíos asesinados durante el holocausto. Estuvimos andando con mucho respeto por su interior y después decidimos llegar a la Puerta de Brandenburgo uno de los principales símbolos de la capital Alemana.
Seguimos nuestro recorrido hasta llegar al Parlamento, el cuál no visitamos por dentro pero se puede hacer de manera gratuita con cita previa y así ver su espectacular cúpula. Finalmente cogimos el U-Bahn hasta AlexanderPlatz, una plaza llena de vida, de restaurantes, tiendas, etc. Allí cenamos en el Vapiano, una cadena italiana que hacen una comida deliciosa y después nos fuimos a dormir.
Tercer día
Iniciamos nuestro recorrido hacia en el barrio judío, dónde vimos algunos patios y también la Nueva Sinagoga, aunque no pudimos entrar. Más tarde cogimos el U-Bahn y nos dirigimos hacia KreuzBerg, el barrio turco, que también tiene un encanto especial. Estuvimos paseando y observando todo su arte callejero en los diferentes edificios del barrio. Comimos una pita de falafel riquísima y muy barata para acabar de recorrer el barrio y poner rumbo de nuevo hacia el CheckPoint Charlie, un lugar dónde antiguamente servía como pase fronterizo entre Berlín Este y Oeste.
Después fuimos de nuevo a la Puerta de Brandenburgo, para verla de noche ya que cambia completamente. Estuvimos allí unos 45′ y decidimos volver hacia AlexanderPlatz ya que el día anterior nos gustó mucho. Allí aprovechamos para cenar unas hamburguesas en un sitio llamado Burgermeister, muy recomendable. Finalmente nos dirigimos hacia el hotel porque por la mañana temprano partíamos hacia Praga.
Por la mañana fuimos a la estación de Hauptbanhof a coger nuestro tren hacia Praga y seguir nuestro interrail por Europa. Salía a las 6.59h de la mañana y nos costó 19€ por persona. Lo cogimos con anterioridad por la página Omio y tardamos unas 5h y media.
PRAGA (2 noches), segunda parada del interrail por europa en 12 días
ALOJAMIENTO: Gregory House (96€ total)
Primer día en Praga
Llegamos sobre las 12:30h del mediodía y salimos de la estación dirección al hotel. Una vez instalados, estábamos hambrientos y decidimos comer a un sitio cercano a nuestro hotel y menudo acierto. Se llamaba Pardubická pivnice u Járy y había una gran diversidad de platos típicos a buen precio. Una vez con el estómago lleno, decidimos dirigirnos hacia el centro de la ciudad.
Empezamos el recorrido por la Torre de la Pólvora, qué da paso a la ciudad vieja de Praga y en el siglo XVII sirvió para almacenar pólvora, de aquí su nombre. Estuvimos paseando por algunas calles hasta llegar a la plaza más famosa de Praga, la Plaza de la ciudad Vieja. Ahí encontraremos la Iglésia de Týn, una maravilla arquitectónica gótica, además del Reloj Astronómico, un reloj de la época medieval situado en la pared del Ayuntamiento. Estuvimos un buen rato en la plaza y sus alrededores, ya que no tiene desperdicio.
A media tarde, pusimos rumbo hacia el Puente Carlos, el más viejo de Praga y a la vez el más bonito. A lo largo del puente podemos ver diferentes estatuas, que representan distintos santos de la época. Lo recorrimos un par de veces, sacando fotos y viendo lo espectacular que era. Finalmente volvimos hacia la ciudad vieja y comimos un Trdelnik, un dulce típico de la ciudad.
De nuevo ya con más energía, seguimos explorando toda esa zona hasta que anocheció. Acabamos de nuevo en la plaza principal vimos la misma estampa pero con un encanto distinto. Se hizo tarde y decidimos ir a cenar. Lo hicimos en un sitio llamado Staromáček, un lugar en pleno centro pero muy tradicional, con variedad de platos típicos y precios razonables.
Segundo día
Teníamos pendiente cruzar al otro lado del Río Moldava, para ver la Catedral de Praga, situado dentro del recinto del Castillo de Praga. Una catedral gótica del siglo XIV increíble. Estuvimos paseando por dentro y por sus alrededores durante toda la mañana, hasta que salimos fuera y nos encontramos con unas paradas de comida y cogimos unas salchichas para comer.
Ya a primera hora de la tarde cruzamos de nuevo el río para visitar el Museo Judío. Allí podréis encontrar documentos, costumbres y tradiciones del pueblo judío, así como la visita a varias Sinagogas. Lo más conmovedor y bonito a la vez es el Antiguo Cementerio que hay en su interior, miles de tumbas esparcidas de una manera muy singular y un de los monumentos históricos más importantes de Praga.
Para acabar el día y nuestro tiempo en Praga volvimos de nuevo a la Plaza de la ciudad Vieja, para cenar algo rápido y regresar al hotel. Al día siguiente nos esperaban unas 4h de trayecto hasta Viena, lo cogimos también por Omio y nos costó unos 15€ por persona.
Viena (2 noches), tercera parada del interrail por europa en 12 días
ALOJAMIENTO: a&o Wien Hauptbanhof (114€ total)
Primer día en Viena
Llegamos la estación central de Viena alrededor de las 11h de la mañana, así que nos dirigimos al hotel, muy cercano a la estación para dejar nuestras cosas. Aún teníamos tiempo para aprovechar la mañana así que nos fuimos hacia el centro.
Cogimos el tranvía hasta nuestra primera parada el Palacio Balvedere. Uno de tantos palacios que hay en la ciudad, y la verdad es que los tienen increíblemente cuidados. Estuvimos paseando por sus alrededores un rato y luego seguimos nuestro camino. Andando unos 15 minutos llegamos a la Iglesia de San Carlos Borroneo de estilo barroco y muy imponente.
Seguidamente nos dirigimos hacia la Ópera de Viena, aunque de momento solo la vimos por fuera. Digo de momento porque al día siguiente fuimos a ver una obra, luego os contamos como lo hicimos. Una vez dejamos la ópera atrás cogimos la avenida peatonal, Kärntner Straße, dónde hay una gran cantidad de comercios y restaurantes hasta que llegas a la Catedral de San Esteban. Estuvimos dentro y la verdad es que es muy bonita, de estilo gótico y románico.
Ya después de comer nos fuimos dirección al Ayuntamiento y siguiendo la misma avenida pasamos por delante del Templo de Teseo y el Parlamento. Finalmente llegamos al Palacio Hofburg, que es actualmente la residencia del Presidente de la República Austríaca. Ya cuándo anocheció regresamos para ver la Catedral y estuvimos cenando unas salchichas típicas de Viena por un buen precio.
Segundo día
Cogimos el metro para ir directamente al Palacio de Schönbrunn, que está un poco más alejado del centro de la ciudad. Uno de los monumentos más importante de Austria y dónde residió la emperatriz Elisabet, conocida como Sissi. Una vez dentro del recinto estuvimos recorriendo sus jardines antes de entrar dentro del palacio, ya que te asignan una hora en concreto para poder visitarlo.
Nosotros escogimos el tour con audioguía en español, una opción ideal porque te ayuda a entender como vivieron el emperador Franz Joseph y la emperatriz Sissi y te hace una breve explicación de cada sala que visitas. La verdad es que es precioso, tanto por dentro como sus alrededores, muy recomendable.
Hambrientos pusimos rumbo hacia el centro de nuevo, y fuimos a comer a un sitio llamado Schnitzel Wirt, un lugar que ha cogido mucho nombre y que siempre está lleno, pero van rápido. Comimos la típica escalopa Vienesa y estaba muy rica y la verdad es que bastante bien de precio. A primera hora de la tarde nos dirigimos hacia la Ópera, aunque la obra empezaba a las 19h fuimos muy temprano para conseguir unas entradas muy baratas que hay disponibles. Os explicamos cómo aquí.
Una vez vista la Ópera y la obra fuimos a comer algo rápido porque ya era tarde y regresamos al hotel, porque el día siguiente cogíamos el tren hacia Bratislava. Lo cogimos por Omio y nos costó unos 10€ por persona.
BRATISLAVA (1 noche), cuarta parada del interrail por europa en 12 días
ALOJAMIENTO: Dolce Vita (44€ total)
Primer día en Bratislava
Llegamos a Bratislava alrededor de las 11h, fuimos a dejar las mochilas al hotel y salimos a explorar la ciudad. No conocíamos mucho de Bratislava, habíamos escogido visitarla por la cercanía desde Viena. La verdad es que acertamos visitándola así como más de paso, ya que solo estuvimos una noche.
Fuimos dirección a la Puerta de San Miguel, que da paso al casco antiguo y a las principales calles peatonales de la ciudad, con tiendas, restaurantes, etc. Siguiendo la calle llegamos a la Plaza Hlavné Námestie, una de las más importantes de la ciudad. Allí encontraremos algunos museos, iglesias y también algunas de las estatuas tan características de la ciudad.
Después nos dirigimos hacia la Iglesia Azul. Su nombre real es Iglesia de Santa Isabel, pero su color azul tan característico ha forjado ese nombre. Es un edificio modernista y muy bonita. Ya por el mediodía comimos algo y fuimos dirección a la Catedral, aunque por el camino nos encontramos a Čumil, una de las estatuas más famosas de la ciudad. Luego sí, llegamos a la Catedral de San Martín, de estilo gótico, estuvimos curioseando un rato por dentro y luego nos fuimos hacia el Castillo de Bratislava.
Castillo de Bratislava
Es el símbolo de la ciudad, situado a lo alto de la colina y la verdad es que es espectacular. Es el lugar de residencia del Presidente de Eslovaquia y también se encuentra en su interior el Museo Nacional Eslovaco. El precio de la entrada es de 10€ aunque nosotros no entramos porque no teníamos mucho tiempo. Estuvimos andado por sus alrededores y viendo lo imponente que era. También paseamos por sus jardines y disfrutamos de las vistas que ofrece de la ciudad de Bratislava, aunque justo ese día había bastante niebla.
Ya cuando anochecía fuimos a cenar algo rápido y decidimos cruzar el río para ver la estampa del Castillo iluminado des del otro lado del río. Fuimos a dormir, ya que por la mañana siguiente salíamos temprano hacia Budapest, nuestra última parada. El billete nos costó 23€ des Omio.
BUDAPEST (2 noches), quinta parada del interrail por europa en 12 días
ALOJAMIENTO: Easy Star Hotel (76€ total)
Primer día en Budapest
Llegamos a la ciudad alrededor de las 10.30h y desde la estación nos dirigimos a dejar el equipaje al hotel. Queríamos aprovechar al máximo nuestros días en Budapest, ya que teníamos grandes expectativas, aunque también queríamos relajarnos en unas de las termas más famosas de la ciudad, las Termas Széchenyi.
Antes de entrar en las termas, estuvimos viendo la Plaza de los Héroes, ya que bajamos justo en la parada de metro más cercana llamada Hősök tere. Después nos dirigimos andando hacia el recinto del Castillo Vajdahunyad, que parece de un cuento de hadas. Paseamos un rato por sus jardines y alrededores y antes de entrar a las Termas decidimos comer un Langos. Una comida típica de Hungría que es una especie de pan frito que puedes poner por encima ingredientes al gusto. La masa nos recordaba al sabor de los churros.
Termas Széchenyi
Ya a primera hora de la tarde decidimos entrar a las Termas. En nuestro caso compramos la entrada allí mismo ya que te sale más barata que comprándola antes aunque leas lo contrario. Nos costó 18€ por persona y nos incluía una taquilla para dejar nuestras cosas.
Llévate el bañador, las chanclas y una toalla. La verdad es que lo más recomendable y lo que más nos gustó, son sus piscinas exteriores. Principalmente porque la estructura exterior es muy bonita y el agua se encontraba a 38º grados, un contraste interesante con el frío que hacia fuera. Hicimos un circuito por las piscinas interiores pero acabamos regresando a las exteriores que nos gustaron más. Dejamos que anocheciera para poder verlo iluminado y seguir disfrutando del agua caliente, eso sí salimos un poco arrugados.
Después de dejar las cosas en el hotel salimos a cenar por la calle de Váci U, una de las principales de la ciudad y con mucha oferta de restaurantes.
Segundo día
Salimos temprano del hotel y nos dirigimos hacia el Parlamento de Hungría. Es el edificio más emblemático de la ciudad y la verdad es que no es para menos. Estuvimos rodeándolo y viéndolo desde todos los ángulo, una maravilla. Después seguimos por la orilla del río hasta llegar al Monumento de los zapatos, sitio en memoria a los judíos que fusilaron en su época.
De camino a la Basílica de San Esteban, pasamos por la Plaza de la Libertad, dónde también había muestras en memoria al genocidio a los judíos. Una vez llegamos a la Catedral fuimos a comprar la entrada para poder acceder dentro y también para poder subir a su inmensa cúpula. Desde allí pudimos ver una gran vista de la ciudad de Budapest.
Ya al mediodía nos acercamos al Mercado Central de Budapest, dónde estuvimos viendo los diferentes puestos que había. Allí abundaba la paprika, muy típica de Hungría. Después de comer nos fuimos dirección al Castillo de Buda, el castillo histórico de los reyes de Hungría. Des de allí se puede ver una gran panorámica del lado de Pest. Luego fuimos andando hacia el Bastión de los Pescadores, un mirador en la colina de Buda, muy bonito de estilo neogótico y neoclásico. Desde allí se puede ver el Parlamento increíblemente, el río Danubio y la Basílica de San Esteban juntamente con toda la ciudad. Allí también encontraremos la Iglesia de San Matías. Vimos el atardecer desde allí y luego bajamos hacia la zona del río, para ver así el Parlamento iluminado.
Los Ruin bar
Antes de cenar decidimos ir a tomar algo a uno de los ruin bar más famosos de Budapest, el Szimpla Kert. Los ruin bar son edificios antiguos con una decoración muy particular (graffitis, muebles antiguos, cosas random, etc.) y ahora adaptados a un bar musical con mucho ambiente.
Para cenar fuimos a un sitio local muy cercano al Mercado Central, llamado Pipa étterem. Tenía platos típicos húngaros muy baratos y nosotros escogimos la sopa goulash y un surtido de embutidos típicos.
Tercer día
Cogíamos el vuelo por la tarde, así que por la mañana decidimos ver algunas cosas que no habíamos tenido tiempo. Nos dirigimos a ver el edificio de la Ópera, después regresamos de nuevo a la Basílica de San Esteban. Antes de comer nos dirigimos a la Gran Sinagoga de Budapest, un sitio espectacular.
Para comer fuimos a un sitio llamado Leves, que hacen sopas caseras por 1,5€. Para acompañar la sopa, hay un sitio en la misma calle que hacen pasta también en porciones pequeñas y la verdad es que estaba muy bueno y económico. Te lo entregan en una cajita de cartón para llevar. Finalmente ya por la tarde nos dirigimos a coger el bus para ir hacia el aeropuerto. Lo cogimos a la parada Déak Ferenk Ter y nos costó 2,5€.
Como curiosidad, deciros que la Línea 1 (amarilla) del metro de Budapest está declarada Patrimonio de la Humanidad por ser una de las más antiguas del mundo. Aún conserva su antigua arquitectura, con mucho encanto y curiosa de ver.
Para acabar decir que la experiencia de hacer un Interrail por Europa en 12 días ha sido todo un acierto. Hemos visitado diferentes capitales de Europa en pocos días y nos ha encantado conocer un poco más de cada país, tan cerca y a la vez tan diferentes. Una experiencia 100% recomendable!