Qué ver en Dublín en 3 días (itinerario completo)
Dublín es la capital de la República de Irlanda y es la ciudad más poblada de la isla. Situada en la costa este sobre la desembocadura del río Liffey. Una ciudad perfecta para hacer una escapada de fin de semana como fue nuestro caso. A continuación os dejamos con algunos puntos de interés de la ciudad qué ver en Dublín en 3 días.
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EMPEZAMOS CON EL ITINERARIO DE DUBLÍN EN 3 DÍAS:
ALOJAMIENTO: AIRBNB Riverston Abbey (151€ total)
Primer día en Dublín
Llegamos al aeropuerto alrededor de las 18h así que no teníamos mucho tiempo para aprovechar el día. De todos modos, cogimos un bus que nos llevó al centro de la ciudad por unos 7€ y tardamos unos 30 minutos. Lo primero que hicimos es ir al apartamento a dejar nuestro equipaje. Estaba un poco alejado del centro así que tuvimos que descubrir que línea de bus era la óptima para llegar.
Ya con el equipaje en la habitación, decidimos salir a dar un paseo y a cenar. Estuvimos por la zona de Temple Bar, un barrio lleno de vida, con los típicos pubs irlandeses, restaurantes, comercios, etc. Era tarde así que no tuvimos mucho más tiempo que cenar y pasear un poco, eso sí hicimos una cerveza y una sidra rápida en un pub para empezar a ambientarnos con la ciudad.
Estuvimos poco rato pero ya nos dimos cuenta de la identidad del sitio, calles llenas de gente a pesar del intenso frío, música en directo en todos los pubs y llenos hasta la bandera. Nos quedamos con el sitio para regresar al día siguiente con más tiempo.
Segundo día
Nos levantamos temprano para coger el bus dirección al centro de Dublín. Estábamos cerca del Phoenix Park que más adelante os hablaremos, en una urbanización llamada Riverston Abbey. Lo decidimos así porque los alojamientos del centro estaban a unos precios muy elevados.
Una vez allí, empezamos nuestro recorrido por el Castillo de Dublín, un pequeño castillo que ha sido sede del gobierno británico en el pasado así como residencia real. Actualmente se utiliza como centro de conferencias y eventos y se puede visitar por dentro. Seguimos nuestro recorrido y a escasos 5 minutos se encuentra la Catedral de Christ Church, una iglesia de estilo gótico y es la más antigua de la ciudad. Otra catedral medieval es la de St Patrick’s, que fue nuestra siguiente parada, construida en honor a San Patricio, una festividad importante del país.
Antes de buscar un sitio por comer, dimos un paseo en St. Stephens Green Park, un parque verde muy bonito en el centro de la ciudad. Después pasamos por la Universidad de Dublín y nos dirigimos hacia la zona de Temple Bar, ya que allí como hemos dicho antes hay un montón de restaurantes.
Después de comer fuimos directo al Ha’penny Bridge, uno de los puentes más simbólicos de Dublín. Llamado «puente del medio penique» ya que anteriormente se cobraba un pequeño peaje para cruzarlo. Estuvimos paseando por el lado del río para luego dirigirnos a la estación de Pearse. Allí cogimos un tren que nos llevó hasta Howth. Tardamos unos 30 minutos.
Howth
Howth es un pequeño pueblo pesquero y turístico que también destaca por sus senderos y acantilados verdes, unos paisajes increíbles que valen la pena de ver. Allí estuvimos media tarde, caminando por los senderos y merendando algo en el pueblito. Luego regresamos hacia Dublín y de nuevo estuvimos por la zona de Temple Bar. Cenamos un «fish and chips» y luego nos metimos en un pub a tomar una cerveza y a escuchar la música en directo.
Concretamente tomamos una Guiness negra, muy típica de Irlanda y también una sidra. Allí estuvimos hasta las 23h y luego nos fuimos a dormir, aunque seguro que la fiesta se alargó hasta tarde. Queríamos aprovechar la mañana del día siguiente así que tocaba descansar.
Tercer día y último día del viaje a Dublín en 3 días
Nuestro vuelo salía al mediodía así que no tuvimos mucho tiempo para hacer cosas. De hecho solo teníamos pendiente de ir al Phoenix Park, un parque muy grande dónde puedes encontrar diferentes cosas interesantes.
Como curiosidad allí se encuentra el zoo de Dublín, también la residencia del presidente de Irlanda o el monumento a Wellington, un obelisco de 60 metros en memoria al Duque de Wellington que fue un famoso militar y político Irlandés. Pero lo que más nos llamó la atención es que puedes ver a ciervos y cervatillos en libertad y son una gran atracción.
Se nos echaba el tiempo encima y tuvimos que coger un taxi para llegar al aeropuerto, ya que no teníamos mucho tiempo para llegar. Pasamos por delante de la fábrica Guiness, una de las marcas más importantes del mundo y de hecho se puede visitar pero no tuvimos tiempo así que quedará pendiente.
La verdad es que Dublín nos gustó mucho, no teníamos muchas expectativas ya que fue un destino que elegimos casi por descarte pero tiene mucho encanto. La ciudad es pequeña y se puede recorrer el centro andando, mientras que por las noches los pubs se llenan y el ambiente es espectacular, hay que vivirlo. Así que es una gran opción para visitarla en un fin de semana.